La Dinastía Ptolemaica

Ptolomeo I Sóter

De entre todas las dinastías faraónicas que jalonan la Historia del Antiguo Egipto, una de las más famosas es aquella que fue fundada por Ptolomeo I Sóter, uno de los generales del ejército comandado por Alejandro Magno, y que lleva su mismo nombre.

La dinastía Ptolemaica (que es también denominada en algunas ocasiones como dinastía Lágida, por ser este el nombre del supuesto padre de Ptolomeo I) estuvo al frente del gobierno egipcio a lo largo del período helenístico, desde que Alejandro Magno falleciera hasta el año 30 a.d. C, momento en el que cayó bajo el yugo romano y pasó a ser una provincia más del Imperio.

La capital del reino se estableció en Alejandría que, en aquella época, era poco más que un pueblo. La decisión de que la capital recayera en esa área implicó que pronto esta se convirtiera en el auténtico foco comercial e intelectual de ese período.

Fue durante esta dinastía cuando, en el 197 a.d.C., uno de sus gobernantes, Ptolomeo V, mandó esculpir un decreto en una piedra negra tres tipos diferentes de escritura; la estela, ha llegado hasta nuestros días parcialmente completa y hoy se conoce como Piedra Rosetta.

Permanente enemiga de la dinastía Seléucida, de Macedonia, mantuvo siempre las costumbres y creencias egipcias. Cabe decir, además, que durante ciertos momentos de su Historia llegó a gobernar la provincia de la Cirenaica (que se localizaba en el noroeste de lo que en lo que hoy en día sería el territorio de Libia) y el sur de Canaán y la actual Chipre.

Célebre como ninguna, baste decir que su última monarca fue la famosa reina Cleopatra quien, con su muerte y la de su hijo Cesarión (llamado a ser Ptolomeo XV) llevó el fin a la dinastía y acabó provocando la anexión de Egipto a Roma.

Foto Vía: Historia Mundo Clásico Blogspot

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Categorias: Historia de Egipto




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