Los valles de Luxor

La orilla Oeste de la ciudad de Luxor fue escogida por reyes, nobles y artesanos como el lugar de descanso y transición hacia el más allá. Hoy, los coloridos y misteriosamente bellos enterramientos son uno de los recorridos arqueológicos más abordados por viajeros de todo el mundo.

 

El invierno es la estación ideal para visitar Luxor. Además de evitarnos el calor característico de esta zona, nos brinda una visión de la ciudad menos saturada de contingentes turísticos.

Si bien puede accederse al templo de Luxor en taxi, cruzando el Puente Nuevo, la travesía por el Nilo resulta tanto más cautivadora. El ferry que surca el río hacia la otra orilla –la de los muertos–, es un medio de transporte utilizado a diario por los lugareños.

Una propuesta sin dudas interesante es la de contemplar la ciudad desde el aire. Globos aerostáticos despegan diariamente por la mañana, y permanecen en el cielo de Luxor por un mínimo de 45 minutos.

El Valle de los Reyes, el Valle de los Monos y el Valle de las Reinas son tres de los grupos de tumbas que pueden visitarse. Allí descansan los restos de Ramsés I, Ramsés III, Sethy II, Tut-anj-amon, Ai, Tity, Jaemuaset y Nefertari.

El acceso a las tumbas de Nefertari y Tutankhamon es restringido. Sólo pueden ingresar hasta 150 personas por día, en grupos de diez y se les permite permanecer allí durante diez minutos, por lo que conviene reservar las entradas. La taquilla cierra a las 16:30 horas.

Visitar la tumba de Nefertari cuesta 25 dólares, pero la experiencia es imperdible y bien vale su costo. El enterramiento de Nefertari es uno de los más hermosos del Valle de las Reinas, y fue recientemente restaurado. Las pinturas que la rodean son de una belleza mística y atrapante, y llevan la carga de siglos de historia que nos observan desde esas paredes.

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