El pasado reciente de El Alamein recuerda a esta ciudad como el punto clave en que las fuerzas aliadas obtuvieron la victoria sobre las fuerzas del Eje durante la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, el devenir de la región cambió para siempre, convirtiéndose en un sitio turístico privilegiado para los amantes de la historia.
Un siglo atrás, nadie habría imaginado que este pequeño pueblo de Egipto, ubicado más de 100 kilómetros al este de Alejandría, sería alguna vez un destino famoso. Incluso en la actualidad, se lo conoce más bien por su puerto, un punto estratégico para el despacho de materias primas.
Sin embargo, numerosos hoteles y hasta un balneario –el Hotel Atic– fueron instalados en El Alamein y en las cercanías de sus costas. Aunque, desde luego, estas atracciones finalmente han logrado alejarse de sus orígenes: el interés y la importancia históricos de la ciudad.
En verdad, el sitio que conserva esta tradición es el Museo de la Guerra de El Alamein. Fundado en 1956 por el presidente Gamal Abdel Nasser –también famoso por ser el constructor de la Gran Presa de Asuán–, la intención inicial de esta institución fue constituir un memorial para los caídos en las batallas de 1942.
Hoy el museo es bien conocido por albergar un completo recorrido en el tiempo de todos los hechos involucrados en la Segunda Guerra Mundial. Documentos, maquetas y fotografías se exhiben en el interior, mientras que el jardín contiene un sinfín de armamentos y vehículos de guerra, entre los que destaca un gran tanque en el que los visitantes suelen montar para sacarse fotos.
En el interior del edificio, cada uno de los cuatro salones principales está dedicado a uno de los países que estuvo implicado en la guerra: Gran Bretaña, Italia, Alemania y, desde luego, Egipto.
En la sala correspondiente a estes país, se encuentran magníficas estatuas de soldados egipcios y una de grandes proporciones que representa al Rey Farouk, que gobernaba el territorio en aquel momento.
Foto Vía: Trip Advisor