El Ceasareum, vestigios de la historia
Muy poco queda hoy del templo conocido como El Caesareum. Sin embargo, es un emblema incuestionable de una época de Egipto que pasó a la historia y se transformó en parte del imaginario popular que gira en torno a los gobernantes del imperio.
Construido por Cleopatra en honor de Marco Antonio, y más tarde dedicado a César Augusto –de quien adquirió su nombre– se dice de él que fue el escenario del suicidio de la famosa reina, en el año 30 antes de Cristo. Había sido erigido en el corazón del gran puerto de Alejandría, y constituía un complejo rodeado de magníficos parques y jardines.
En el siglo IV de nuestra era se convirtió en la catedral de la ciudad, y fue finalmente destruido en el año 912. En la actualidad, su lugar es ocupado por la estatua de Saad Zaghloul, un renombrado nacionalista alejandrino. Los restos que pudieron ser rescatados en buen estado del templo fueron los dos obeliscos de granito rojo, conocidos como las Agujas de Cleopatra. En ellos, están grabados los nombres de Tutmose III, Seti I y Ramsés II, en el alfabeto jeroglífico.
Lamentablemente, estas dos piezas ya no se encuentran en Egipto. Fueron trasladados a Londres, uno, y a Nueva York el otro, en el año 1879. Hoy se erigen en las cercanías del río Thames y en el Central Park. Es así como los últimos vestigios de la magnificencia de este templo abandonaron su lugar de origen.
Plaza Saad Zaghloul, en Alejandría
Lo que puede disfrutarse del Caesareum en Alejandría sólo es su recuerdo, y algunas ruinas ubicadas a lo largo del paseo marítimo, sobre las costas del Mediterráneo. La estatua de Zaghloul está rodeada por un parque que es símbolo de la ciudad, y uno de los sitios más visitados por los turistas.
Foto 1 Vía: Vitali Restauro
Foto 2 Vía: Alexandria Mania

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