El templo de Alejandro Magno, en Bahariya
Alejandro Magno, rey de los persas, fue un personaje clave en la historia de Egipto. Durante su reinado, el imperio egipcio se encontró bajo su poder, y en el año 332 antes de Cristo él fue quien fundó la ciudad de Alejandría (que, claro, lleva su nombre). Ésta se convirtió en el centro cultural por antonomasia del mundo de aquella época.
Alejandro alcanzó las costas de Sinaí en octubre de ese mismo año, casi sin resistencia por parte de las tropas egipcias. Al llegar a Menfis, realizó una ofrenda a Apis, y allí fue coronado rey de Egipto. Luego tuvo lugar su legendaria visita al oráculo de Amón, en el oasis de Siwa.
Algunos expertos aseguran que, en el regreso rumbo a Alejandría, cruzó las tierras del oasis de Bahariya, y que fue entonces cuando su figura de gran político y estratega dejó huellas en la población. Sumado esto a la prosperidad y expansión del oasis durante su reinado, la buena impresión causada alcanzó niveles de gran popularidad, y así se decidió construir un templo en su honor.
El recinto tiene un claro estilo griego, y se trata del único dedicado a Alejandro Magno en todo Egipto. Fue edificado en el mismo año de su llegada, 332 antes de Cristo. Está compuesto por dos cámaras principales hechas de piedra arenisca. Una muralla rodea al conjunto, que incluye además a los hogares de los sacerdotes del templo.
Un altar de granito de más de un metro de alto fue ubicado al sur de la entrada principal, pero actualmente puede apreciarse en el Museo Egipcio de El Cairo. También se halló una estatua del sacerdote de Ra y otros numerosos objetos como cerámicas grabadas con inscripciones coptas y griegas.
El santuario fue decorado con escenas que representan a Alejandro durante su ofrenda a Amón, quien se consideró de allí en más el padre del nuevo rey, y por tanto dio sustento divino a su poderío político.
Foto Vía: Tour Egypt

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