Qué ver en tu viaje a Luxor

El Templo de Luxor

Luxor es una de las principales ciudades turísticas de Egipto. Se caracteriza por ser hogar de numerosos templos y de tumbas faraónicos. Está ubicada en el Alto Egipto, a uno y otro lado del río Nilo. En el pasado fue parte de la ciudad de Tebas, capital del Antiguo Imperio.

Luxor es en verdad una voz árabe, que significa “los palacios”, muestra de lo maravillados que quedaban los primeros viajeros provenientes de Arabia al observar la gran cantidad de ruinas y monumentos de la ciudad.

Para viajar a Luxor hay que tener en cuenta especialmente sus altas temperaturas, que pueden alcanzar los 50º C en verano, aunque incluso en invierno suelen ser muy elevadas.

Las dos maneras principales de llegar son por aire, hasta el Aeropuerto Internacional de Luxor, situado unos 6 kilómetros al este del centro; y por tierra, sobre todo en tren. La estación de trenes de la ciudad se encuentra en la Plaza El-Mataba, en el corazón de la urbe moderna. La comunica con Asuán, Cairo, Edfu y Kom Ombo.

Pero imaginemos que ya estamos allí: ¿qué lugares no podemos perdernos? Pues la verdad es que hay tanto que ver en Luxor que una visita debería durar al menos unos cuantos días para que no nos queden cosas importantes sin conocer.

El Templo de Luxor es su monumento por antonomasia, aunque no es el único. El Templo de Karnak es otro de los lugares destacados. Ambos se encuentran sobre la orilla este del Nilo, al igual que sus dos principales museos: el Museo de Luxor y el Museo de la Momificación.

Del lado opuesto, no hay menos maravillas que admirar. Los Colosos de Mnemón, el Valle de Luxor (necrópolis), el Templo de Hatshepsut, el Templo de Ramsés III, el famosísimo Ramesseum (o Templo de Ramsés II) y el Templo de Esna.

Foto Vía: Lindsay Fincher

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