Templo de Filae, el santuario de Isis en Asuan
Continuamos con nuestro recorrido virtual por Asuán, enseñándote los mejores rincones de esta ciudad en la que parten y finalizan cruceros que recorren de abajo a arriba el Nilo. Asuán, que se encuentra situada a unos 950 kms. al sur de El Cairo posee una belleza especial, un encanto que radica en las muchas islas que el río Nilo deja a su paso por esta ciudad.
Sus atardeceres anaranjados y sus paisajes de ensueño, que se ven en faluca desde las aguas del Nilo bajo el sol menguante, nos enseñan algunas de esas imágenes que no podremos olvidar en la vida. Hoy, en nuestro recorrido por el lugar, nos vamos al santuario de Isis, un lugar mágico conocido como el Templo de Filae.
En Filae, una isla granítica, el templo se levanta sobre la arena como recortado contra el cielo, elevado sobre sus columnas y sus pilares, como si llamase desde allí a su diosa, Isis. El santuario se construyó durante un período de tres siglos, en las épocas ptolemaica y romana.
El de Filae es uno de los tres templos ptolemaicos que mejor se conservan, junto al de Edfu y el de Dendera. Pero su historia cuenta cosas sorprendentes, detalles que lo diferencian del resto de templos egipcios, que le otorgan un reconocimiento especial. En un espectáculo de luz y sonido que se celebra todas las noches en diferentes idiomas, se nos cuenta desde la historia de la Diosa Isis hasta lo ocurrido en el año 535, cuando el obispo Teodoro, una vez que la isla había sido evangelizada por el emperador Justiniano, transformó el templo en una iglesia dedicada a San Esteban.
Es un espectáculo que todo visitante que pase por Asuan no debe perderse. Es muy recomendable para conocer un poco más de este templo, que en el año 1904, cuando se construyó la presa de Asuán quedó bajo las aguas del Nilo durante casi todo el año. Sólo en Agosto, cuando bajaban sus aguas, el templo podía admirarse. Por ello, años después, el complejo fue desmontado y trasladado a la isla Egelika, 150 metros más al norte, donde se encuentra actualmente. Historias como estas, son las que hacen a los lugares mágicos, como este templo de Filae, que por supuesto te recomendamos visitar de noche.
Al caer el sol, una barca te desplazará entre las sombras hasta la isla de Egelika, y desde allí, las voces de los dioses y la iluminación preparada para la ocasión se encargarán del resto. De conferirle al templo el aire místico y mágico que se merece.

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