El Ave Fénix en Egipto

Ave Fenix

El ave Fénix, un ser que renacía de sus propias cenizas, también fue objeto de adoración para los antiguos egipcios quienes lo reconocían como El Benu.

Según cuenta la leyenda en el Edén, bajo el Árbol del Bien y del Mal, floreció un arbusto de rosas, y junto con la primera flor que dio la planta nació un bello pájaro de canto avasallador que no quiso probar el fruto sagrado del árbol.

En el momento que Adán y Eva fueron expulsados del paraíso por cometer el pecado original, una chispa salida de la espada de fuego de un Querubín cayó sobre el nido de esta ave, haciéndola arder y desaparecer en un puñado de cenizas. Pero asombrosamente el ave resurgió de las cenizas, con un increíble plumaje color escarlata en sus alas y el cuerpo dorado brillante.

Algunas leyendas cuentan que esta maravillosa ave habita en Arabia,  cerca de un pozo de agua donde día a día se baña cantando una melodía tan hermosa que hasta el mismo sol detiene su rumbo para escucharla.

El carácter inmortal de este ser fue un obsequio divino por mantenerse fiel a los preceptos, así como también le fueron otorgadas más cualidades, la capacidad de curar con sus lagrimas, la sabiduría infinita y una fortaleza increíble.

El ave Fénix es la única en su especie, ella vive y muere para renacer que es su forma de reproducción, ella misma representa el renacimiento del espíritu.

Para los antiguos egipcios, el Benu representaba al sol, el cual muere por la noche y renace en las mañanas, ellos a su vez la relacionaban con la esperanza, un valor que el hombre nunca ha de perder.
El ave era una deidad protectora de los difuntos, se lo consideraba el ba de Ra y símbolo de Osiris y por su capacidad de crearse a si mismo simbolizaba a Ra-Atum. Durante el Reino Medio fue asociada con el planeta Venus al que consideraban la guía del sol.

En las representaciones se ve al Ave Fénix con forma de garza portadora de una corona blanca y dos plumas como así también llevando la corona atef o el disco solar. El santuario de esta deidad era el de Ra y Osiris y tuvo el nombre de Hut-Benben, que quiere decir “La casa del obelisco” ya que este era el benben, la colina en donde por vez primera se posaron los rayos del sol.

Este mito fue adoptado por infinidad de culturas, son los griegos los que conocen el ave como Fénix, nombre con el que se ha hecho particularmente famosa, y los cristianos la asimilaron como símbolo de resurrección.

Ovidio relataba que una vez cada 500 años, en el momento en el que el Ave Fénix decide morir, construye un nido al que llena de canela, ramas de roble, nardos y mirra, y mientras entona la más bella e irresistible de las melodías muere.

Pasados tres días el ave renace de las cenizas, llena de fuerza y poder. Toma su nido y se dirige a la Heliópolis, en Egipto para colocarlo en el templo del sol, es entonces que un nuevo ciclo de inspiración comienza.

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Categorias: Mitologia egipcia




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