El Coloso de Ramses II, en Menfis

Coloso de Ramsés II, Menfis

Si hay algo que caracteriza a los monumentos del antiguo Egipto, eso es sin duda la inmensidad de sus proporciones, que deslumbran a cualquier mortal que se encuentre a poca distancia de ellas. Esto ocurre con las pirámides, con los obeliscos, y también con las esculturas faraónicas, como es el caso del coloso de Ramsés II que hoy descansa sobre sus espaldas en el museo construido para albergarlo, en Menfis, ciudad antigua que fue la capital del Antiguo Imperio egipcio. Se trata, realmente, de una invitación al asombro.

El coloso de Ramsés II es una estatua tallada en piedra silícea de nada menos que 10 metros de largo, que serían su altura si hoy pudiera permanecer en pie. Pero, lamentablemente, al ser encontrado en las cercanías del templo de Ptah, ya había sufrido daños considerables y sus piernas habían sido destruidas hasta la rodilla. De lo que queda de ambas puede observarse que la pierna izquierda está un poco adelantada, en una clara señal de avance, como la que muestran los colosos del templo de Hathor, en Abu Simbel.

En 1820, al ser hallado por el italiano Giovanni Caviglia, el coloso estuvo a punto de ser llevado al Museo Británico, después de la donación realizada por Mohammed Alí

Pero las condiciones en las que se encontraba, y las dimensiones exorbitantes de la pieza impidieron el traslado, y para protegerlo se construyó un museo en las cercanías del descubrimiento.

Coloso de Ramsés II, museo de Menfis

Contrario a lo que ocurre con muchas obras de gran tamaño, ninguna imprecisión fue cometida ni siquiera en los lugares en los que no eran accesibles a la vista cuando el coloso se encontraba de pie. La importancia del carácter divino de los faraones no podía llevar sobre su cuerpo los defectos propios del hacer humano.

Dos jeroglíficos fueron tallados sobre esta pieza: uno se encuentra sobre la hebilla del cinturón, y el otro en el colgante que lleva Ramsés II sobre el pecho, y que representa el nombre del faraón.

En el paso por Menfis, no hay que dejar de visitar esta magnífica obra de arquitectura y arte, tan característica del antiguo Egipto, que conmueve por sus proporciones pero sobre todo por su perfección y por la minucia con la que fue realizada.

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Categorias: Antiguas ciudades




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