Damietta, la elegida de los egipcios
La ciudad de Damietta es la capital de la gobernación homónima, y se encuentra ubicada sobre las orillas del Mediterráneo. El Nilo la divide en dos partes, y su antigua historia tiene toda la fuerza de las aguas del río, que pueden ser tan beneficiosas como destructivas.
En la antigüedad era conocida como Tamiat, y su puerto era un importante punto comercial que perdió vigor al ser destruido el puerto de Alejandría, durante el período helenístico. Muchos años después, entre los siglos XII y XIII d.C., recobró algo de su relevancia. En 1169, el puerto fue atacado por una flota del Reino de Jerusalén, pero Saladino logró vencer a los cruzados y hacerse un lugar en la historia.
El presente encuentra a Damietta en una situación novedosa. En la actualidad, esta urbe se caracteriza por su gran producción industrial, que incluye mobiliario, textiles y cueros, además de productos lácteos y golosinas. Su puerto continúa siendo un punto de referencia de la zona, pero no solo por su carácter comercial.
Cada vez más egipcios eligen esta ciudad para disfrutar de unas agradables vacaciones. Llegan allí especialmente desde El Cairo, huyendo del tumulto turístico que satura las playas de Alejandría, Marsa Matruh y otros enclaves costeros del norte, con salida al Mediterráneo.
Ubicada 210 km. al noreste de El Cairo y a sólo 15 de la costa marítima, Damietta ofrece interesantes paseos para disfrutar de la típica arquitectura otomana. La parte antigua de la ciudad alberga la mezquita de Abu El-Maati, que data del período Fatimid, y está rodeada de un gran cementerio.
La naturaleza también reina por estos parajes. El Lago El Manzalla abunda en aves exóticas durante los meses de invierno, ya que constituye una escala durante el viaje migratorio. Los resorts de playa son Ras el-Bar, Baltim y Gamassa, tres interesantes propuestas para gozar de unas costas limpias y para nada superpobladas, con arena egipcia y agua mediterránea.
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